Acercamiento a las aguas subterráneas
Uno de los objetivos de la Directiva Marco del Agua es proteger, mejorar y regenerar todas las masas de aguas, entre ellas las aguas subterráneas, evitando el aumento de la concentración de cualquier contaminante. Por ello conviene conocerlas un poco mejor.
De todo el agua dulce de nuestro planeta que no es hileo, alrededor del 96% se encuentra bajo nuestros pies, en forma de aguas subterráneas. Este aguas proviene de la precipitación, es decir del agua que proveniente de la atmósfera cae sobre la superficie terrestre en forma de lluvia, nieve, aguanieve o granizo.
El agua que no se evapora, que no va a parar a ríos y lagos y que no es absorbida por la vegetación o el suleo, penetra através del terreno hacia el medio subterráneo gracias a la gravedad, aprovechando la permeabilidad de los materiales que encuentra a su paso, ya sean arenas, gravas o diferentes tipos de rocas. El agua se muy muy lentamente a través de la rocas, constituyendo diferentes tipos de acuíferos, y dando lugar a pequeñas fuentes de montaña o a grandes nacederos.
En origen, las aguas subterráneas son aguas limpias pero, al igual que ríos y lagos, se encuentran sometidas a presiones que pueden hacer mermar su calidad y cantidad. El uso de fertilizantes o pesticidas, así como vertidos industriales y urbanos, constituyen una amenaza. El uso masivo e incontrolado de estas aguas es también un problema.
Es interesante una aproximación al conocimiento de estas aguas para poder aprender a valorarlas y protegerlas